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Nuevo estudio del Conicet en relación al cáncer de mama
Los investigadores afirman que el uso de “firmas moleculares” permite predecir con mayor precisión que los métodos tradicionales la evolución de la enfermedad y orientar el tipo de tratamiento.
Un estudio internacional, liderado por especialistas del Conicet, determinó que el uso de “firmas moleculares” permite predecir con mayor precisión que los métodos tradicionales la evolución de la enfermedad y orientar el tipo de tratamiento. Así surge de un estudio, publicado en la revista The Oncologist y liderado por especialistas del Conicet que, además, comprobó que esos análisis genómicos son más eficaces que los métodos tradicionales, lo que permitiría optimizar recursos para el sistema de salud y mejorar la calidad de vida de las pacientes.
Las “firmas moleculares” se utilizan en los llamado cánceres de mama “hormonodependientes”, que representan alrededor del 70 por ciento de todos los casos. “Un subgrupo de estas pacientes, con un tipo de tumor denominado ‘luminal B’, tienen peor evolución y por lo tanto deben recibir quimioterapia por el riesgo de recurrencia. En cambio, a las pacientes con el subtipo ‘luminal A’ se les puede prescribir solo terapia hormonal (tamoxifeno) y evitar la quimioterapia, que en estos casos es innecesaria ya que no mejora su pronóstico”, explica Andrea Llera, coordinadora del análisis del estudio observacional e investigadora del Conicet en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires y en el Laboratorio de Terapia Molecular y Celular de la Fundación Instituto Leloir.
Estos test están disponibles desde hace unos 10 años y se basan en algoritmos que permiten cuantificar la actividad de los genes dentro de un tumor. “Pueden establecer el tipo de tumor y, a partir de ese conocimiento, predecir su evolución, además de ayudar a decidir si después de la cirugía conviene prescribirles a las pacientes solamente hormonoterapia o sumarles también quimioterapia”, asegura Osvaldo Podhajcer, uno de los coautores del estudio.
“Los resultados de estos test permiten mejorar la predicción de la evolución de la enfermedad a 5 o 10 años”, añade Llera. Y agrega: “Debido a una cuestión de costos, en Argentina y en la mayoría de los países de Latinoamérica la determinación de los tumores hormonodependientes se establece por medio del análisis de marcadores inmunohistoquímicos que realizan los médicos patólogos”.
“Nuestros estudios confirman que al menos 3 de los 7 test moleculares estudiados predicen con mayor certeza la aparición de recurrencias (es decir, nuevos tumores en el mismo lugar) que los métodos tradicionales, sumando una herramienta innovadora para mejorar el seguimiento y tratamiento de la enfermedad y, por lo tanto, la calidad de vida de las pacientes’”, resalta Llera.