Como ya se informó, la Justicia de Nueva York falló este lunes a favor de los fondos buitres al obligar a la Argentina a entregar el 51% de las acciones de YPF a los demandantes, incluida la firma Burford Capital, como compensación por presuntas irregularidades en el proceso de estatización de la petrolera estatal en 2012, al no cumplir con el fallo de 2023 en el que fue condenada a pagar U$S16.100 millones.
En el fallo de la jueza neoyorquina obliga al Estado argentino a "transferir sus acciones Clase D de YPF a una cuenta de custodia global en BNYM en Nueva York dentro de los 14 días posteriores a la fecha de la orden"; luego BNYM deberá transferirlas "a los demandantes o sus designados dentro de un día hábil a partir de la fecha en que las acciones sean depositadas en la cuenta".
Esta decisión judicial que el Gobierno prometió “apelar en todas las instancias que correspondan para defender los intereses nacionales”, según anticipó Javier Milei, tuvo un efecto inmediato devastador en cuanto a la cotización de las acciones de la compañía.
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Jueza Loretta Preska.
En efecto, se desplomaron hasta un 5,64% en Wall Street, para cotizar en la Bolsa de Nueva York en torno a los US$31,45 por acción, habiendo tocado un piso de US$30,62, lo que representa un duro golpe para los planes presentes y futuros de YPF.
Por otro lado y por la misma razón, el S&P Merval cayó 2,7%, y los bonos en dólares restaron 1%. En cuanto al dólar, el mayorista alcanzó su punto más alto desde la salida del “cepo”, cerrando por encima de los $1.200 en todos los segmentos del mercado.
Sin embargo, los especialistas coinciden en que el fallo y sus consecuencias financieras no afectan en lo inmediato la operatoria diaria de YPF, pero advierten que el riesgo está puesto en lo patrimonial y financiero, provocando incertidumbre en los mercados.