ARTICLE AD BOX
El mundo fue y será una porquería ya lo sé, decía Enrique Santos Discépolo en su tango "Cambalache", que en 2024 sigue vigente. Vivimos en Argentina, la verdad es que estamos acostumbrados a las noticias que impactan y nos dejan esa impresión que transmite la canción: no parece haber salida. Hace unos meses nos pasa que no terminamos de sorprendernos de un escopetazo, que se dispara otro más ruidoso. El jueves pasado, por ejemplo, fue uno de esos días movidos: no sé si fueron los planetas o el eclipse lunar, pero el jueves fue para alquilar balcones y comprobar, como dijo Discépolo, que vivimos revolcados en un merengue. El mismo día, los medios hablábamos de la separación y de las denuncias que pesan sobre el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, García Moritán, o de las disputas de la familia Lanata, al mismo tiempo que se conocían los datos del último relevo sobre pobreza del Indec.
Por ahí escuché que volvieron los 90. Por ahora, lo único verde que vemos son los espárragos, que están de oferta. Lo que sí me remonta a esa década es esta jungla política mezclada con modelos y divas de la televisión. Esos años supieron regalarnos postales bizarras: con Carlos Menem, la Casa Rosada parecía el hotel de los famosos. Muchxs pasaron por ahí (ni Madona se perdió la foto con el Turco). De hecho, la farandulización de la política fue algo que instaló el menemismo.
Decía que hay algo de “revival” de esas épocas en las noticias de los últimos días. El divorcio de la pareja compuesta por Pampita Carolina Ardohain y Roberto García Moritán fue uno de los temas de esta semana. La secuencia de García Moritán abandonando la casa familiar de Barrio Parque en medio de un escándalo mediático, con acusaciones varias de infidelidad y denuncias por incorporar ñoquis al Estado culminó de modo dantesco, con las imágenes del flete contratado por el ministro para mudar sus pertenencias en bolsas de consorcio negras. En paralelo, supimos el mismo día los datos de pobreza en Argentina revelados por el Indec: el 52,9% de las personas son pobres. Son casi 25 millones de personas (6 millones más que en el segundo semestre de 2023). De este grupo, 8,5 millones son indigentes. Según informaron diferentes encuestadoras, es la peor cifra en 20 años. También aumentó obviamente la pobreza infantil, que subió al 66%. Dos de cada tres chicos menores de 14 años en Argentina son pobres. Estas cifras duelen y entristecen: es imposible no ser empáticos ante semejante noticia.
Hablaba de esta sensación de regreso a los noventa, y agrego una escena más: mientras estos números se difundían, en los portales veíamos las imágenes del presidente Milei a pura risa en el balcón de la Casa Rosada, asomado junto a Susana Giménez, que volvió a trabajar a la Argentina después de cuatro años y medio de ausencia. Corramos a Susana de esta polémica: ella fue a buscar su entrevista y lo logró.
Aunque no puedan creerlo, en un mismo día, en Argentina, hablamos de todo esto. Esta última postal sería una más si las circunstancias de nuestro país fueran diferentes, pero en este contexto de tanta incertidumbre y necesidades, ver al presidente reír y saludar en el balcón como si no pasara nada resulta cínico. Es más, creo que la foto del balcón amplificó la noticia, que, además, contrasta rotundamente con lo prometido por el presidente en una entrevista de Alejandro Fantino a Javier Milei antes de ser presidente. Allí, Fantino le preguntaba al candidato a presidente quién iba a pagar el ajuste, y Milei respondía algo que resultó un imposible, una clara mentira que varias personas venían advirtiendo: “la política y sus socios; no lo paga la gente”. Y agregaba: “yo hice la campaña diciendo que voy hacer el ajuste más grande de la historia y no lo va a pagar la gente, lo pagan los delincuentes, la casta (…) no lo pagan los que no tienen para comer, los que están recibiendo un plan. A esos no se los toca de ninguna manera”.
El último censo nacional arrojó una cifra de más de 46 millones de personas. Dentro de este grupo, 25 millones hoy están sumergidas en la pobreza. No podemos negar que este proceso comenzó hace varias décadas y los malos gobiernos han llevado a la Argentina hasta acá. Lo que no podemos dejar de mencionar es que este gobierno batió todos los récords: hoy no solo puede decir que es el gobierno que hizo el ajuste más importante de la historia de nuestro país, también es el que más pobres acumuló en tan solo seis meses. La insensibilidad que expresan es sostenida y lo demuestran sin parar: desde ignorar la emergencia de los incendios en Córdoba, la imagen del presidente en el helicóptero y los bomberos formados para saludarlo, hasta la risa frívola en el balcón.
Son días para olvidar: lamentablemente hoy mucha gente se va a ir a dormir sin comer y el ajuste que iban a cobrarles a lxs políticos y a sus socios, lo pagan los que menos tienen.