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El miércoles se dicta la sentencia
El juicio oral al exdiputado libertario Germán Kiczka y a su hermano Sebastián por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) está llegando a su fin: este martes será la última audiencia de declaraciones testimoniales, mientras que el miércoles se conocerán las sentencias después de que tanto la fiscalía como la defensa de los acusados expongan sus alegatos. Ambos están detenidos de manera preventiva desde septiembre pasado, cuando fueron capturados mientras intentaban fugarse.
El Salón de Usos Múltiples del Edificio Judicial de Posadas es el lugar donde se desarrolla este juicio inédito en la historia de Misiones, provincia que se vio atribulada por una causa estremecedora: en los distintos dispositivos electrónicos secuestrados a los hermanos al cabo de allanamientos varios se encontraron más de 900 archivos con pedofilia, incesto y zoofilia. El proceso es llevado adelante por el Tribunal Penal Número 1 de la capital misionera, integrado por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y el subrogante César Yaya).
Durante la semana pasada la estrategia de los acusados tendió hacia un mismo objetivo: señalar que las computadoras confiscadas no pertenecían a Germán, sino a Sebastián, y paralelamente bregar por una declaración de problemas de salud mental de este último, coartada para morigerar su condena. Sin embargo, el panorama pareció cambiar este lunes, cuando una testigo de uno de los allanamientos en la casa de Leonardo Kiczka, padre de los imputados, opuso resistencia al secuestro de una notebook que él mismo indicaba que era del exlegislador de Activar, partido liderado por Pedro Puerta, hijo del exgobernador misionero Ramón.
Antes de esa testimonial resonante había llegado al tribunal la declaración del propio Pedro Puerta, quien optó por hacerlo de forma escrita amparado en sus fueros como diputado provincial, evitando de esa forma someterse a repreguntas de los fiscales Martín Rau y Antonio Glinka. En ese sentido, Puerta rechazó todo tipo de vínculo personal o afectivo con Germán Kiczka, a pesar de que en los hechos fue su tutor político para que éste se postulara en 2021 como legislador de la Cámara de Representantes de Misiones, cuerpo que lo expulsó por unanimidad en septiembre pasado, cuando tanto él como su hermano ya estaban detenidos en la Unidad Penal de Cerro Azul.
Quizás conscientes de que su situación procesal se complica a medida que el tribunal exhibe en las audiencias las horrorosas imágenes tomadas de sus dispositivos (y también de las testimoniales postuladas por las decenas de testigos citados), los hermanos pidieron este lunes ampliar sus declaraciones, aunque sin responder preguntas, tal como habían hecho al inicio del juicio.
Para el martes se aguarda la presencia de una voz que podría ser clave en la argumentación de las imputaciones: la de Luisella Lorenzo, psicóloga forense que trabajó como perito oficial y es quien determinará el perfil mental de los Kiczka. Según trascendió, Lorenzo postulará que ambos comprenden la gravedad de los delitos por los que están procesados, diagnóstico que invalida la coartada de la defensa.
Germán y Sebastián Kiczka están acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, mientras que el segundo también tiene cargos por una denuncia de abuso sexual de una adolescente de 15 años. Los fiscales habían pedido que se ampliara la imputación de Sebastián por propiciar la circulación de esos archivos, aunque el tribunal decidió que se abriera un expediente paralelo.