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El barrio porteño de Villa Santa Rita ya tiene su primera plaza. Tras décadas de lucha, los vecinos y vecinas del único barrio de la Ciudad de Buenos Aires que no contaba con un espacio verde pueden apoyar sus pies en el pasto en una plaza propia. El lugar, construido en un lote que estaba abandonado, ya fue inaugurado oficialmente y las organizaciones buscan sumar otros espacios más al barrio habitado por más de 30 mil personas. Para esto ya presentaron un proyecto de ley que apunta a lotes ya identificados y que también se encuentran en desuso.
Dos años y dos meses más pasaron desde que, en marzo de 2023, la Legislatura porteña aprobó la ley que autorizaba la expropiación del lote de 1725 metros cuadrados de Avenida Álvarez Jonte al 3222, y su posterior conversión en plaza. En el medio, el proceso de expropiación se extendió más de lo pensado y retrasó las obras, que recién comenzaron el año pasado para llegar ahora a la noticia que los y las vecinas de Santa Rita esperaron durante décadas: el sábado el GCBA inauguró de forma oficial el espacio verde, que ya quedó habilitado para su uso.
Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, a cargo de la obra, precisaron que los 1725 metros cuadrados del nuevo espacio se dividen en principio en unos 800 metros cuadrados de césped con lomadas y 360 metros cuadrados de canteros con herbáceas y gramíneas. El resto está repartido en un patio de juegos de 113 metros cuadrados con pisos de caucho y sector para padres incluido, un área de reunión de 55 metros cuadrados, con mesas y pérgolas, y un área de permanencia con bancos de plaza.
Tras la inauguración oficial, los vecinos y vecinas se reunieron en el lugar, convocados por el colectivo Una plaza para Santa Rita, la organización que impulsó la ley de expropiación del predio. Participaron legisladores, comuneros y representantes de organizaciones que participaron en la campaña, y desde el colectivo indicaron a este diario que "entrar todos juntos por primera vez a la plaza fue muy emocionante, esta plaza fue, es y será de la gente, y es hermosa por cómo fue gestada y lo que significa".
Existen registros documentados de hace casi un siglo del reclamo del barrio de Santa Rita por tener una plaza. El primero data de 1927, cuando la asociación vecinal Corporación Mitre solicitó formalmente a la entonces municipalidad que la manzana comprendida entre Helguera, Álvarez Jonte, Argerich y la actual Elpidio González fuera destinada a una plaza pública, pero no tuvo éxito. El reclamo se reactivó con más intensidad a mediados de los '80, en este caso apuntando al predio en el que funcionaba una fábrica de cigarrillos abandonada.
La estrategia de este siglo fue distinta y quizás por eso más exitosa: a través de Una Plaza para Santa Rita, los vecinos y vecinas se dieron el trabajo de relevar la situación de diferentes lotes del barrio para intentar identificar terrenos en desuso que, aunque fueran pequeños, pudieran servir para darle a Santa Rita un primer espacio de pasto público. Así surgió el reclamo por el lote de Álvarez Jonte, que ahora se transformó en plaza, pero también se identificaron otros tres predios que podrían ser utilizados para el mismo destino.
Se trata de los terrenos ubicados en Concordia al 1500, en Nazca al 1500 y en Emilio Lamarca y San Blas. Sumando la plaza de Álvarez Jonte, entre todos el barrio podría alcanzar los 5 mil metros cuadrados de espacios verdes, "que es la medida mínima para hablar oficialmente de plaza", según indican desde el colectivo. Los tres también fueron identificados como lotes en desuso y forman parte del proyecto de ley que los vecinos y vecinas volvieron a presentar hace unas semanas al cumplirse dos años de la aprobación de la ley por Álvarez Jonte.
La organización ya había presentado proyectos por esos otros lotes, pero hasta ahora ninguno llegó a ser tratado en comisiones. Desde Una plaza para Santa Rita afirman que con esos tres lotes se podría "garantizar un acceso equitativo a todo el barrio", ya que el lote donde actualmente se construye la primera plaza está ubicado justo en el límite de Santa Rita con Villa del Parque. Los otros tres terrenos abandonados están distribuidos en distintos sectores del barrio cuya superficie ocupa 2,2 kilómetros cuadrados habitados por alrededor de 32 mil personas.
El diseño de la nueva plaza, en tanto, surgió del trabajo en conjunto de los vecinos y vecinas con las áreas técnicas del GCBA encargadas de las obras, y el resultado final refleja lo consensuado en esa primera instancia. Durante las obras, el colectivo manifestó sin embargo algunos reclamos sobre el área verde, como el rechazo al retiro de dos árboles que estaban en el lote en desuso y que, según advierten, se había decidido mantener en el nuevo espacio verde.
También señalaron discrepancias sobre el tamaño de los árboles plantados en un principio, a los que calificaron de "palitos flaquitos" que no darían sombra al espacio. "Los árboles no son los de la licitación y va a tardar mucho en que den sombra, es algo que habíamos remarcado como extremadamente importante en las discusiones", dijeron a Página 12. Agregaron que finalmente el GCBA plantó tres árboles un poco más grandes y con mayor capacidad de sombra, algo que fue celebrado por los vecinos y vecinas que de todos modos advirtieron que son "menos que los listados en la licitación". "Esperamos que poco a poco sigan sumando ejemplares de buen porte para darnos la sombra que merecemos y que estaba planificada", indicaron.